La Ley

La seguridad nacional y los principios de “La ley” de Frédéric Bastiat.

En los últimos días, estudios estadísticos nos revelan el hecho de que durante el año han muerto ciento ocho pilotos de transporte urbano, en hechos violentos. Lo cual ha hecho que en muchas ocasiones falte el servicio en pos de exigir seguridad en el desarrollo de sus actividades.

Muy probablemente, a groso modo podemos decir que la situación se haya complicada y que así se desarrollan las circunstancias del país, que en su posición les toca sufrir, a los pilotos, las consecuencias de su estado social y económico. Sin embargo, este análisis, puede llegar a ser erróneo y sin un fundamento claro. Es mas, llega a contrastar con el pensamiento de Bastiat.

Que se basa en tres principios básicos; que son interdependientes, estrechamente ligados, estos son principios superiores a cualquier legislación humana, lo cual los hace superiores, y estos son: La persona, propiedad y la libertad. Los cuales deben regir para la creación de cualquier ley y de cualquier convivencia en sociedad.

No conviene tanto en este caso, hablar de la expoliación de la ley, con respecto de los legisladores al resto de la sociedad, aunque si son actores implicados en este trama, que cada día afecta a muchos ciudadanos de la ciudad capital; podemos ver en las personas que perpetran los actos violentos, a las primeras personas que violan el principio de la persona, al destruir su condición de ser humano, que a su vez, destruyen el principio de libertad, que viene interrelacionado, principio de la persona.

Conviene señalar que en muchas ocasiones, estos grupos o individuos, que matan a los pilotos, tienen un patrón de marginalidad social, lo cual en alguna medida los hace ser así; pero también podemos ver en ellos, la violación de sus principios básicos, como seres humanos. Lo cual viene a ser una gran cadena de violaciones, entre muchos individuos de la sociedad.

Cual podría ser la solución para el respeto de estos principios; en este caso particular de los pilotos del transporte urbano y en general dentro de toda la sociedad, muchos pueden decir que los castigos y mayores sanciones, pero para que imponer en papeles castigos que en la realidad no se llevan a cabo.

En todo caso, el cumplimiento de las sanciones actuales y una presencia mayor del Estado en el rubro de la seguridad tendrían una mayor fuerza, que un endurecimiento de los castigos; que tienden a ser inútiles, sin la presencia necesaria del Estado.